EDUCATION & VALUES

jueves, 15 de octubre de 2015

CUANDO EL BALONCESTO SE CONVIERTE EN RESPONSABILIDAD Y EN UNA REFERENCIA



      Si le preguntas a un benjamín o a una benjamina que empieza a jugar al baloncesto qué es lo que cree que tiene que hacer para llegar a jugar bien  seguramente tendrá respuestas como: pasártelo bien, ser buen compañero, compartir, esforzarte. Aunque luego, y como corresponde a su periodo de desarrollo cognitivo o por la falta de hábitos, se peleen en la fila por coger el balón que más les gusta  o se sienten en el suelo cuando están cansados o  boten el balón sin cesar cuando les hablas, y percibas que realmente no tienen interiorizadas sus respuestas.

Formar a futuras estrellas de un deporte no sólo requiere enseñarles a tirar, botar o pasar el balón de forma correcta, sino que hay que trabajar también sobre una serie de actitudes y valores para crear la base sólida y el andamio  sobre el que cimentar su formación deportiva.

Esto será más útil y significativo cuando, entre otras cosas, utilicemos referentes a los que los niños hayan visto en acción. Según el diccionario un referente es una cosa o persona tomada como modelo o patrón de una actividad.

Una estrella o un jugador de baloncesto referente, no sólo se caracteriza por lo bien o no que juega al baloncesto, sino por cómo se comporta dentro de una pista de baloncesto haciéndolo diferente, especial o extraterrestre como han caracterizado muchos, sin ir más lejos,  a Pau Gasol en este pasado Europeo.

Pau este verano nos ha dado una lección en este sentido, no sólo por lo que sabíamos era capaz de hacer con un balón en las manos sino por todo lo que ha hecho también sin él. Y, qué suerte, ¡¡¡porque los niños lo han visto!!!

Pau ahora es el responsable de que,  como entrenadora, le pueda decir a una niña de siete años si ha visto cómo Pau Gasol anima a sus compañeros, si ha visto como fueron todos a abrazarle formando una piña el día de la semifinal de Europeo, si vio sus gestos de rabia, de esfuerzo, de garra y de confianza en uno mismo. Puedo explicarles con un ejemplo muy cercano y visual que las cosas no son como empiezan sino como acaban y que para eso hay que seguir luchando hasta el final, y sobretodo puedo decirles que cuando todos están unidos en un equipo se consiguen cosas grandes. Y, qué suerte  ¡¡¡porque los niños lo habrán visto!!!

Esa referencia es la que convierte las acciones de un deportista en una responsabilidad y esa referencia es la que es tan necesaria para los niños y las niñas que se encaminan por primera vez en un deporte. Porque, si les mostramos y tienen la suerte de poder ver referentes en los que verse reflejados,  su aprendizaje cobra un sentido significativo.

Para ello, es importante que los referentes tengan visibilidad, los niños futbolistas tienen más fácil ponerle cara a sus ídolos deportivos, los niños tenistas también … pero ¿y las niñas jugadoras de baloncesto, las de fútbol, las tenistas, las atletas, las jugadoras de bádminton o las judokas?

Porque las niñas en España tienen referentes “a patadas”, ya que estamos rodeadas de mujeres deportistas con carreras admirables, las cuales necesitan mayor  visibilidad, para que, entre otras muchas cosas las niñas puedan ponerles cara a sus ídolos, se vean reflejadas en ellas y quieran ser cómo…

Así, de la misma manera que en su día les hablé de Pau a las benjaminas de Godella, mañana  podré preguntarles si han visto cómo una jugadora de baloncesto, que empezó a la misma edad que ellas, con su humildad y su esfuerzo acaba de ganar un anillo en la mejor liga del mundo. Les preguntaré si han tenido la suerte de poder ver cómo Anna Cruz con su magnífico juego y su enorme carácter ha llevado a uno de los mejores equipos de la historia de la WNBA a unas finales, siendo una pieza clave dentro de su equipo.

Y, ojalá ¡¡¡que las niñas y  los niños la hayan visto!!!


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